Juan 15:16 "No me escogieron ustedes a mi, sino que yo los escogí a ustedes"
Hace poco acostada en mi cama, sentí una voz suave de mi lindo y hermoso Padre, con un susurro al oído me dijo: “no te desvíes pon tus ojos en mi y recibe la gran mision que ahora te encomiendo"confieso que cuando Papá habla me estremece pues a veces se le ocurren cosas que yo ni se como voy a hacer para llevarlas a cabo, pero siempre El tiene un plan y una salida para los retos que pone en mi vida. Hoy mi nuevo reto es poder darles un poquito de lo que he aprendido e ir impartiendo en mi vida cada nueva situación que se presente para también aprender de ella y ponerla en práctica.
Hace poco acostada en mi cama, sentí una voz suave de mi lindo y hermoso Padre, con un susurro al oído me dijo: “no te desvíes pon tus ojos en mi y recibe la gran mision que ahora te encomiendo"confieso que cuando Papá habla me estremece pues a veces se le ocurren cosas que yo ni se como voy a hacer para llevarlas a cabo, pero siempre El tiene un plan y una salida para los retos que pone en mi vida. Hoy mi nuevo reto es poder darles un poquito de lo que he aprendido e ir impartiendo en mi vida cada nueva situación que se presente para también aprender de ella y ponerla en práctica.
Los roles que nosotras como mujeres tenemos son infinitos pero hay específicamente dos roles de los cuales El ha venido hablándome y a la vez desafiándome para no sólo conocerlos de nombre, sino también dar el fruto que El espera de nosotras como tal. El primero y más importante de nuestras vidas es el ser hijas...muchas de nosotras sabemos que somos hijas pero no nos sentimos como tal; el experimentar tener una relación de hija sólo se puede vivir a plenitud conociendo al padre. El esta ahí siempre esperando que acudamos a nuestra cita diaria con El; en su presencia no sólo logramos conocer su corazón sino que mas allá de eso, podemos sentir la comodidad de ser escuchadas y completamente entendidas. El nos creo y nadie más que El sabe y conoce como nos sentimos ante los momentos de alegría, de soledad, de frustración, de gozo...El conoce cada una de nuestras emociones, El nos las dio. Cuando logramos entrar en esa intimidad, logramos captar la atención de un padre que siempre se deleita con nuestras mil y un palabras en momentos que sólo queremos hablar; también nuestros silencios cuando sólo queremos callar y nuestras lágrimas porque sólo El sabe mejor que nadie consolar. Hoy las animo a restablecer esa comunión perdida, El siempre está a la puerta esperando por ti y por mi para llenar nuestro tanque emocional de todo el combustible para entonces comenzar a desarrollar cada rol de una manera eficiente y excelente.
Acá entonces es donde les quiero hablar de ese segundo rol, el SER ESPOSAS!!!!Que emoción escribir esta palabra, pues el ser esposa es un regalo divino del cielo, es un privilegio y una linda responsabilidad que tenemos delante de El. Hoy en día muchos matrimonios se desmoronan y pierden su esperanza, simplemente porque la sabiduría que Dios espera de nosotras como mujeres no es llevada a cabo, por causa de falta de comunión con El. Esa es la gran misión que Papá ha puesto ahora en mi vida, estaré escribiéndoles cada semana, consejos y palabras que con seguridad solo vendrán del corazón de nuestro Rey.
Las animo y exhorto a edificarse y nutrirse con simples principios que llevados a la práctica, les aseguro su matrimonio será llevado a otro nivel. Porque como Dios dice en su palabra en 1 Pedro Capítulo 3 “ NUESTROS ESPOSOS SERAN GANADOS POR NUESTRA CONDUCTA”. Mujeres valientes y esforzadas métanse conmigo en este gran desafío sólo sus matrimonios serán beneficiados sino que el corazón de Papá estará feliz al ver su obediencia y amor hacia EL.